Papá, tú eres mi papi, el que me apoya y da amor a cambio de nada. Eres
también el que calla ante las idioteces que hago o digo cuando no soy
capazde mirarte de frente y decirte “perdona, papá” cuando me he
equivocado…
A ti que te mereces más que una carta, más que mis palabras… te envió esta sencilla nota.
Ayúdame a caminar por la vida, que aunque soy adulta, me falta ver el
mundo que tú has visto a través de tus ojos… Ayúdame papi, a hacer lo
correcto, ayúdame a seguir respetando este amor nuestro, que no es amor
de un día sino que es amor de toda la vida.
Perdonaré tus continuos olvidos, así como espero que tú perdones mis grandes silencios. Quiero empezar de nuevo contigo, porque necesito pisar ese hogar que un día tuvimos. No habrá reproches, no habrá silencios, sólo quiero darte un beso y decirte que sigo siendo tu niña.
Ojalá me comprendas, que a veces ha sido necesaria tanta rencilla entre
los dos para que Dios ponga un buen final a esta relación entre tú y
yo. Perdona por las veces que no respeto tus sueños, tus ilusiones y
esfuerzos, y por las veces que simplemente no te entiendo…
Pero siempre te necesito, y te extraño mucho. Podemos estar lejos el uno del otro, pero a pesar de todas las cosas y consecuencias, siempre estás en mi corazón.Hoy es un buen día para empezar con un abrazo y mirarte a los ojos diciendo “¡Cuánto te amo mi papi querido!”